lunes, 6 de febrero de 2012

ISRAEL BIEN PODRIA HACERLO





                                            ISRAEL BIEN PODRÍA HACERLO



     Nadie duda de que Israel posee uno de los mejores ejércitos del mundo y uno de los mejores servicios de espionaje del mundo.

     El trío de dirigentes formado por Netanyahu (Primer ministro), Yaalon (Viceprimer ministro) y Barak (Ministro de Defensa), ha dado a entender recientemente que, si Irán continúa con su programa nuclear, Israel atacará al país de los ayatolás. ¿Será este año 2012? En medios  políticos, militares y periodísticos se la conoce como la “próxima guerra”.

     En realidad, esta guerra ya ha empezado, al menos en dos aspectos.

     En el de la propaganda, Israel ya ha conseguido que EEUU y la Unión Europea dejen de comprar petróleo persa. Se basa Israel en la política de la República Islámica de Irán, que nunca ha reconocido al Estado judío, además de la actitud agresiva de su actual presidente, el radical Ahmadineyat, que públicamente ha expresado en varias ocasiones su deseo de destruir el Estado de Israel. Por lo que éste considera que el programa nuclear iraní supone una “amenaza existencial” para su país.

     El otro aspecto es el del espionaje, en el que el Mosad realiza desde hace años un sabotaje de centros industriales, asesinatos de científicos nucleares, uso de virus informáticos, etc, una vez comprobado por parte del espionaje norteamericano e israelí que el programa de enriquecimiento del uranio era una realidad.

     ¿Por qué pretende Irán hacerse con armamento nuclear?

     Primero, para convertirse en una potencia regional, y, después, para responder a un posible ataque judío o norteamericano. En general, se puede decir que para liderar un frente panarabista contra Occidente, a quien considera responsable de todos sus males y enemigo histórico, por su concepción religiosa radical (1979, revolución del ayatolá Jomeini).

     Entre 2007 y 2012, cinco importantísimos científicos nucleares y un General del ejército iraní han muerto violentamente de la misma forma: una moto se acercaba al coche en el que viajaban, colocaban una bomba magnética en el techo, la moto











escapaba y la bomba estallaba en unos segundos. Se cree que estos atentados  eran realizados  por jóvenes terroristas contratados por el Mosad (podían ser extremistas kurdos o sunitas, iraníes en ambos casos).

     Pero a comienzos de 2011, algunos gobernantes judíos pensaron que las acciones del Mosad, siendo necesarias, eran insuficientes. Y empezaron a concebir un ataque aéreo contra instalaciones iraníes. Los preparativos se han acelerado, al comunicar en noviembre último la Agencia Internacional de la Energía Atómica que el programa nuclear iraní tiene fines militares, calculando que Irán tardará, como máximo, un año más en conseguir la bomba nuclear.

     Ahora bien, ¿tiene Israel recursos militares para atacar a Irán?  El semanario norteamericano Time responde negativamente: Israel no puede detener el programa nuclear iraní mediante un ataque militar. ¿Por qué?

     Primero, porque el Gobierno iraní ha repartido la investigación nuclear en instalaciones distintas en un país muy extenso.

     Segundo, porque el enriquecimiento de uranio se realiza bajo tierra, a profundidades casi inalcanzables.

     Tercero, por las limitaciones de la propia aviación israelí. Entre Tel Aviv y Teherán hay 1.600 Km. Sus aviones F-151 Ram pueden volar 2.500 Km. sin repostar, o sea , que podrían hacer el recorrido y ocasionar daños a los radares iraníes, a las telecomunicaciones y ordenadores, pero de forma puntual, no de manera prolongada, durante semanas o meses, lo que sería necesario, según el mismo semanario, para dañar seriamente el programa nuclear iraní. Según éste, solo el ejército norteamericano sería capaz de hacerlo, pero al precio de emplear para ello todo su potencial, con gran riesgo y una inversión económica tremenda, lo que no entra en sus planes.

     ¿Cómo reaccionaría Irán a un posible ataque de Israel?

     Dicho ataque beneficiaría mucho al régimen islámico, que no goza hoy de gran aceptación ni en el interior de su país ni en la región, al presentarse como víctima









de una agresión, lo que le reportaría apoyos entre sectores antiimperialistas del mundo musulmán (muy pendiente ahora de la “primavera árabe”). Los primeros apoyos le llegarían de los vecinos de Israel: el grupo libanés Hezbolá y el palestino Hamás. También de Siria, donde la familia Asad atraviesa horas bajas, casi de guerra civil, e intentaría distraer la atención de los problemas interiores con una intervención militar exterior. Todo lo cual podría llevar a un serio conflicto en el Próximo Oriente, agravado por el intento iraní de bloquear el Estrecho de Ormuz, lo que ocasionaría una crisis petrolera mundial.

     ¿A quién interesa, pues, esta guerra? Al resto del mundo, desde luego que no.

     Sin embargo, el veterano periodista israelí Ronen Bergman, que goza de gran prestigio internacional, escribía el 25 de enero pasado un artículo titulado Will Israel attack  Iran?, en el que aseguraba que el trío de gobernantes israelíes  tenía ya decidido el ataque para este año.

     Otros medios informativos interpretan que Israel estaría presionando a Europa y Estados Unidos: si ustedes no endurecen sus medidas contra Irán, nosotros atacaremos por nuestra cuenta y las consecuencias las sufriremos todos.

     Por otra parte, entre la clase política israelí hay una fuerte oposición a este ataque: primero, porque no serviría para detener su programa nuclear, y, segundo, porque podría significar su aislamiento internacional. Además, el gobierno estadounidense está en contra del mismo, como se lo ha comunicado Obama a Netanyahu (en EEUU creen que Irán no está tan cerca del arma nuclear y que un posible ataque podría significar un estímulo para que Irán acelerara dicha búsqueda, o sea, que produciría el efecto contrario al perseguido). Sin embargo, éste no considera en gran estima al presidente Obama, pues sabe que un ataque a Irán sería muy aplaudido entre la población estadounidense, mayoritariamente projudía.

     EEUU y Europa trabajan para que otros países boicoteen el petróleo iraní: las sanciones iniciadas están causando serios daños en su economía. Pero el régimen de los ayatolás tiene la cabeza muy dura. Tanto como Netanyahu. Lo ideal sería un cambio de régimen en Irán, que adoptara una actitud más dialogante.

              










viernes, 3 de febrero de 2012



Texto EL ESTALINISMO

     El principal objetivo del Primer Plan Quinquenal era el de construir la industria pesada…pues en 1928 la URSS seguía siendo un país básicamente agrícola.

     Nunca diez años de la historia de ningún país occidental habían mostrado un ritmo tan alto de crecimiento como la década de los dos primeros planes en la Unión Soviética.

     La industrialización se llevó a cabo con un gran sacrificio de la población, no solo de los kulaks, sino que se pidió a todos un programa de austeridad, prescindiendo de los mejores alimentos, vestidos, vivienda…

     El socialismo puso fin, sin embargo, a algunos de los males de la libre empresa. No había paro, no había ciclo de prosperidad y depresión, ni abuso de mujeres y niños, como en la industrialización de Occidente. Existía un mínimo para todos, por debajo del cual se suponía que nadie debía caer.

     Debido a las divergencias de opinión, el partido realizó una purga tan  poderosa, que la dictadura de Stalin salió fortalecida, y el partido, cada vez más disciplinado.

                                                                             PALMER Y COLTON “Historia Contemporánea” 1976